No os entendéis y se os hace cada vez más dificil comunicaros y llegar a acuerdos.
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Cuando una pareja se encuentra en una situación en la que la convivencia se hace insostenible, si existe un sufrimiento por una o ambas partes, cuando existe una crisis desencadenada por determinadas circunstancias vitales, o porque cada uno de los miembros de la pareja se encuentra en momentos vitales distintos, y se ha producido un distanciamiento… es un buen momento para solicitar ayuda psicológica.
No os entendéis y se os hace cada vez más dificil comunicaros y llegar a acuerdos.
La relación con vuestras familias de origen os genera estrés y numerosos conflictos.
Vivís en el día de la marmota! (Rutina, monotonía...)
Tenéis discusiones cada vez más frecuentes e intensas.
Cada vez estáis más distanciados afectivamente.
Os alejáis cada vez más de vuestro proyecto de vida en común.
"El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional".
"Amar a alguien es cuidarlo de tu propia capacidad de lastimarlo".
La terapia sirve en primer lugar para tomar conciencia y entender lo que está sucediendo en la relación, además de explicarnos qué es lo que falla y porqué hemos llegado a la situación actual. A partir de ahí, se establecen unos objetivos terapéuticos con vistas a mejorar la calidad de la vida en común, resolver y solucionar los problemas que hayan surgido, o bien a tomar una decisión sobre el futuro de la relación. En caso de que esa decisión suponga una ruptura, en terapia de pareja se trabaja en allanar el terreno para que la separación se produzca de la forma menos traumática posible.
Es fundamental entender de dónde surge el conflicto, cuál es el estilo de comunicación en la relación, y qué variables de cada uno de los miembros de la pareja (personalidad, estilo de apego, historia de vida, circunstancias familiares y laborales), están interfiriendo en la calidad de la vida en común. A partir de ahí, se elabora un plan de intervención adaptado a los objetivos que se planteen en la evaluación. Esto supone un proceso de cambio en el que la terapeuta acompañará y guiará a los dos miembros de la relación a través de técnicas, ejercicios, y pautas a llevar a cabo entre sesión y sesión.
Disponer de un espacio en el que podamos poner encima de la mesa todo lo que nos ha llevado a la situación de crisis actual, de la mano de un profesional que acompañe de forma objetiva, supone una ayuda que os invitamos a experimentar. Se trata de un proceso difícil y valiente, pero constructivo y enriquecedor.