Valoración gratuíta de 15 minutos

PSICOLOGÍA ADULTOS

La psicología de adultos consiste en tratar la conducta y los procesos mentales de los pacientes que vienen a nuestra consulta.

En Psiconsalud la psicoterapia psicológica para adultos, realizamos una evaluación global del paciente y de los problemas que presenta y que son objeto y motivo de consulta.

 

Es poder mirar tu historia y experiencia vivida con curiosidad y con aquella presencia, contención y compasión que tal vez en algun momento de tu vida te faltaron. Es un espacio donde se acogen todos los aspectos de la persona que eres hoy. Un lugar en el que descubrir por qué hacemos lo que hacemos, sentimos lo que sentimos, y pensamos lo que pensamos; Un lugar en el que conocerte, explorarte, saber qué necesitas y cómo cuidarte y protegerte más y mejor. Todo esto a tu propio ritimo y en compañia de tu terapeuta.

depresion-psicologia-pisconsalud-mostoles.jpg
psicologia-pisconsalud-mostoles
psicoterapia-adultos-mostoles

¿QUE TRATAMOS EN PSICOLOGÍA DE ADULTOS?

¿Cuándo es recomendable pedir ayuda psicológica?

Cuando el sufrimiento nos pesa y hemos dejado de vivir para sobrevivir a nuestro día a día.
La terapia psicológica en los adultos  supone un acompañamiento para aquellas personas que atraviesan por momentos complicados en su vida. En un primer momento es muy importante que el entorno terapéutico sea un espacio seguro y acogedor, por lo que el vínculo entre paciente y terapeuta es una pieza clave.  Posteriormente, es importante tomar consciencia de las dificultades y la sintomatología que han llevado al paciente a pedir ayuda, ir conociendo  dónde surgieron esas dificultades y qué estaba pasando en su vida para después instalar los recursos de estabilización y habilidades de regulación necesarias para que la persona pueda manejar los problemas autónomamente en un futuro. Por último, pese a que el sufrimiento pueda ser molesto, no debe ser considerado patológico, el malestar forma parte de nuestras vivencias, lo enfermizo sería pretender su ausencia absoluta o no poder reconocerlo y sentirlo.

Cuando el sufrimiento nos pesa y hemos dejado de vivir para sobrevivir a nuestro día a día.

 

Cuando sufrimos se ven alteradas funciones básicas de nuestra mente como la atención, la concentración, la memoria, la orientación, la toma de deciones, la regulación de emociones y sentimientos, las habilidades sociales, la libertad, nuestra capacidad de aprender, etc. Cuando todo este deterioro se asienta en nuestra vida nos resulta muy dificil hacer frente a nuestro día a día.

 

La terapia psicológica en los adultos  supone un acompañamiento para aquellas personas que atraviesan por momentos complicados en su vida. En un primer momento es muy importante que el entorno terapéutico sea un espacio seguro y acogedor, por lo que el vínculo entre paciente y terapeuta es una pieza clave.  Posteriormente, es importante tomar consciencia de las dificultades y la sintomatología que han llevado al paciente a pedir ayuda, ir conociendo  dónde surgieron esas dificultades y qué estaba pasando en su vida para después instalar los recursos de estabilización y habilidades de regulación necesarias para que la persona pueda manejar los problemas autónomamente en un futuro.

 

Como decimos, para nosotros que todo esto se pueda llevar a cabo, es fundamental la relación terapéutica, elementos como la sintonía, conexión, confianza, seguridad y coherencia en la relación crearán en escenario idóneo para que se alcancen los objetivos terapéuticos consensuados entre el paciente y el terapeuta.

 

Por último, pese a que el sufrimiento pueda ser molesto, no debe ser considerado patológico, el malestar forma parte de nuestra vivencias, lo enfermizo sería pretender su ausencia absoluta o no poder reconocerlo y sentirlo. Por ello, te proponemos un proceso terapéutico en el que puedas ir conociéndote y descubir nuevas formas de estar contigo mismo y nuevas herramientas con las que afrontar el malestar y abordar de otro modo los problemas, descubriendo otra manera de enfrentarte al futuro.

 

Detrás de cada síntoma hay una historia que espera ser escuchada.

¿Cómo lo hacemos?

  1. Para nosotros una buena evaluación resulta fundamental.  Mediante esta evaluación se pretende recabar información sobre los síntomas que puedan estar interfiriendo en tu día a día, las estrategias de afrontamiento con las que te hayas ido desenvolviendo hasta el momento,  además de detenernos en aquellas experiencias que hayan supuesto un antes y un después en tu vida. Rescatar toda esta información es crucial para una adecuada conceptualizacuón del caso. Para ello, se lleva a cabo una entrevista personalizada con el paciente, donde conocemos sus antecedente familiares a través de la realización de un buen genograma. También se identifican y revisan las vivencias más relevantes en la vida de la persona,  a partir de la realización una exhaustiva línea de vida con el paciente. Asimismo, seguimos recogiendo información mediante la realización una serie de pruebas psicométricas estandarizadas.

  2. Posteriormente, se instalan una serie de recursos de estabilización y regulación emocional con el fin de que la persona pueda afrontar su día a día sin verse desbordada por los acontecimientos que puedan estar sucediendo en su vida.

  3. Una vez alcanzada una mayor regulación y con una relación terapéutica ya establecida, se lleva a cabo la intervención propiamente dicha, mediante el procesamiento y la integración de los episodios de alta intensidad emocional que haya podido experimentar el paciente y que explican la sintomatología y las estrategias de afrontamiento desadaptativas que ahora obstaculizan su adaptación al entorno.